Se cree que el primer vehículo blindado de la historia fue diseñado por Frederick Richard Simms, quien fue un inventor británico, pionero en la industria del motor, y quien además fundó la llamada RAC and SMMT.
El proceso del blindaje fue iniciado por este inglés en 1899 y terminó siendo fabricado por una compañía británica bautizada como “Vickers”, que para aquel entonces se especializaba en realizar trabajos de equipamiento militar.
Se conoce que los primeros pasos que dio Simms consistieron en desarrollar un cuatriciclo a motor que contenía una metralleta y un escudo de acero en el frente con el cual se pretendía proteger al conductor del coche.
Este auto alcanzaba una máxima velocidad de casi 4 kilómetros por hora, pero luego logró desarrollar un diseño rectangular con el apoyo de la Compañía Dailmer que tenía una coraza de acero similar a una bañera doméstica pero al revés.
Contaba con un motor de 16 caballos de fuerza y su velocidad máxima era de casi 15 kilómetros por hora, pero también tenía 2 metralletas y un arma a la que llamaban “pom-pom” dado al sonido particular que emitía.
Los aspectos más destacables de este vehículo eran que la coraza de protección permitía que el vehículo se mantuviera en movimiento y de esa manera ofrecía resistencia al impacto de balas, convirtiéndolo en un coche impenetrable.